Hola:
Durante mucho tiempo sentí amarte cada día más, que cuando dijiste adiós mi alma, mi cuerpo se comenzaron a desmoronar del dolor tan grande que se hallaba en mí;
y dentro de mi la vida se iba en cada lagrima que mi alma derramaba hacia el corazón.
A veces miraba con nostalgia el cielo gris que dejo tu partida y en la madrugada fría de mi noche negra, la soledad tocaba mi puerta.
Mientras luchaba por olvidarte algo de mí comenzaba a odiarte, lo más hondo de mi ser aun tu nombre pronunciaba, lleno de amor el recuerdo extrañaba.
Inmortal se volverá el sentimiento que por mucho tiempo permanecía dentro de este cementerio gris y deseaba, rogaba al viento llevarse tu memoria lejos de mí, no había más que el deseo de poder dejar de amarte.
Hoy descubrí que...
¡El deseo es poder!
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