lunes, 20 de febrero de 2012

Llegaste a mi y para mi...

En un instante tu y yo nos encontramos
callados e inquietos,
miraba tus ojos que se fundían llenos de amor con los míos.

Comenzaron hablando de lo mucho que extrañabas mis besos
llenos de lo que siento por ti.

Nuestros rostros se hacían más cercanos
mientras mi corazón palpitaba
al mismo son que el roce de tus manos en mi cuerpo.

Y tú voz, reclamaba  a tu razón haberte alejado de mi corazón
que ahora es vagabundo del amor que impaciente
reclama lo suyo.

A punto de besarnos con ansias locas de volver a tenerte...
interpuse mi mano temblorosa
sobre tus labios alejándolos de lo míos.

Te miré y me miraste, en la profundidad de la noche fría
me negué a manchar el limpio amor de tu alma pero
de pronto el aire acaricio la cálida memoria de la pasión que nos unió.

Y supe que aunque estas con ella,
tú, sigues siendo mio...
fue entonces cuando mis manos con suavidad
tomaban tu rostro para que así mis besos llegarán a ti.

Bajo la luz de la luna nos amamos
con besos infinitos y comprendí que tú eres para mi.

Te amo es una palabra, un sentimiento que se queda
tan corto en esta ocasión.

Pido y ruego al destino te traiga junto a mi,
para que volvamos a ser felices
y como antes amarnos sin restricciones.

Ángel de hielo, llegaste a mi y para mi...


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