No habrá nadie que me ame como tú,
en un beso entregando el alma,
en una sonrisa el corazón,
en un abrazo la eternidad de tu amor.
Cada que pasa el tiempo
yo creí olvidarte, creí dejar de amarte
pero cuando la soledad llega
sé que siempre hay alguien esperando por mi,
ansioso de volver a verme, ansiosa de verte otra vez.
Los murmullos del viento traen tu nombre,
las estrellas dibujan tu silueta,
la luna reflejando tu mirada
y la noche cobijando este amor prohibido.
Undido en el pecado del ayer y del hoy,
sepultado en memorias incognitas al tiempo,
sin poder gritar, luchar y amar.
Mi querido ángel de hielo
anhelo tus besos,
recuerdo tus brazos,
imagino tu pecho,
oh...sin más estremesco.
Palabrerias lanzadas al aire,
escritas por un pobre poeta
sin esperanza y sin sueños,
sin estricta escritura
sólo reflejo lo que siento.
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