lunes, 7 de mayo de 2012

A una gran mujer...



¿QUIEN NO HA PERDIDO A ALGUIEN ESPECIAL?

Esa persona a la cual, estamos unidos con un delgado hilo, la persona con quien siempre o en ciertas ocaciones discutimos, alguien que inconcientemente amamos mas nunca somos abiertos a expresarlos.
Si, hablo de nuestra madre (apuesto a que nadie habìa pensado en ella) y en esta ocasiòn quiero dedicarle este escrito a una madre que para mi es simbolo de adminracion, un gran ejemplo de vida. Por un gran desempeño en la vocaciòn màs difìcil...ser mujer.
Creo que la mujer de quien hablo se merece un gran homenaje para honrrar su memoria, esta madre (esplendida) lucho con todas sus fuerzas para educar, alimentar, criar a sus tres hijos ademàs de haber enfrentado una dura batalla contra la deabetes y ser una psicologa exelente de profeciòn.
Las memorias de su hijo menor Yami y su afàn de no perder los recuerdos, muy gratos para èl (y para mi), son las que me inspiraron a escribir esta nota.
Ella, que con ferocidad y valentia dìa a dìa enfrento la enfermedad que angustiaba a su familia, algo que para muchos pareciera no ser tan grave pero quien la vive sabe lo difícil que es llevar su vida de manera "normal". ¡Qué fortaleza!, sin contar lo que significa el tener un bebe, el ser madre (me refiero a la lavor de parto).
Además de luchar con su enfermedad, esta admirable mujer con tenacidad afrontó las problemas que se generaban en su familia, asuntos personales que por respeto a sus hijos, no he de revelar.
Los atemorizantes momentos de su enfermedad, como aquella ocasión en que esta mujer valiente, golpeo sus delicadas piernas contra las patas del comedor que hizo sangrar sus venas abultadas. Y es ahí donde Yami aún en su temor y cierto grado de panico, mantuvo la calma (vaya que es sorprendente), él sin dejar de presionar la herida llamó a su padre, quien se dirigio de inmediato y con rapidez hacia su hogar para después dirigirse al hospital.
¿Qué sentirías, si tu madre se desploma sin razón alguna en la entrada de tu hogar, callendo a los pies de tu padre?
Tiempo después, no sé muy bien cuanto, esta gran madre y mujer llego grave al doctor, ahí donde los medicos luchan por salvar vidas. En ese blanco edificio ella, tan fuerte comenzo a debilitarse, era el momento de partir...
Con gran tristeza y pesar esa mujer admirable de la que habló, partió. Su familia con dolor tuvo que afrontar su muerte y ahora, nuestro buen amigo Yami se culpabiliza de no haber entregado lo suficiente, de pasar los viernes con sus amigos (lo que nosotros llamamos viernes sociales), de no expresar todo lo que sentía por ella, de no agradecer cada cosa que hacía por su bienestar.
Una enorme nostalgía lo embuelve al no poder contarle a su madre sus experiencias de vida, sin poder compartir sus triunfos y caídas, su nervio y su tranquilidad mas...siempre pensando en ella con amor y respeto.
Yami recuerda los gratos momentos de su corta visita al mercado de valle de aragon, donde él decía con gran alegría-¡¿Mamá, mamá, me das tres pesos para comprarme unas papas?!- y ahí iba su pequeñin, felizmente a comprar su botana. Que maravillosa imagen la de un hijo y una madre haciendo su mandado.
Así que...¿Por qué no voltear a mirar con amor y admiración a una mujer que cruza la calle, a una prostituta pues su trabajo no es nada fácil y no por ello es menos mujer, o simplemente a nuestra propia imagen maternal?
¿Por qué no ser capaces de abrazarla y decir "Te amo"?
"La vida es un instante, pequeño, fugaz...
las palabras se las lleva el viento...
pero los recuerdos, esos, permanecen en la memoria y en el corazón."
No tengas miedo de decirle a esa gran mujer cuanto es que la amas, la admiras, la respetas porque el día de mañana tal vez no este ahí.
Y si ya ha partido, ten por seguro de que mientras permanesca el recuerdo, ella vivirá al igual que siempre, no importa que, tú madre siempre estará apoyandote y orgullosa de ver en lo que te has convertido (raras veces dejan de hacerlo).
Antes de despedirme un breve consejo para aquellos que piensan no serán buenos padres:
"No puedes ser buen padre,
si no eres un buen hijo."
Y para mi querido Yami creo que jamás me cansaré de repetirlo...ella, esta orgullosa de ti y contigo.
Me despido con esto:
Una mujer sin importar su color de piel, su religion, pais, etc; libra las batallas más increibles que apuesto, ningun hombre podría afrontar con gran valor y responsabilidad...chicas, ser mujer es una razón para luchar (si, lo saque de un libro, pero que va).


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