viernes, 16 de septiembre de 2011

La poeta-por Mario Andres Diaz aldama

La Poeta 1/2

... E Ivette mirò con consuelo que su padre se marchaba a trabajar.
Fue al baño y se limpiò la cara con un poco de agua mientras pensaba en su primer verso (que diez y seis años mas tarde se convertiria en uno de los màs gloriosos y renombrados en todo el mundo incluido en su libro "Diario de un poeta".

La Poeta 2/2

Levantò la mirada y se viò reflejada en el espejo. Sì, alli estaba ella; una niña de sòlo once años cuyos talentos literarios apenas florecìan. Vio su rostro aùn hùmedo, se desabrochò la camisa, y las dejò expuestas. Alli estaban. Dos pequeños botones de primavera surgiendo en su pecho. Era verdad, la infancia quedaba atràs, pronto serìa mujer...


La Poeta: El Preludio 1/5

Es dificil decir con exactitud cuàndo empezò la hisoria de Ivette.
Sòlo recuerdo que el cruel otoño no daba tregua a las dèbiles hojas de los olmos que caìan con lentitud, cobijadas por el suave y susurrante viento de aquella tarde sepia.
La vì. Una pequeña niña de seis años. No era una niña comùn y corriente, ella sabìa lo que serìa de su vida veinti dos años despuès.


La Poeta: El Preludio 2/5

Comenzò entre los dos una bella amistad que futuramente se convertirìa en la mayor experiancia emocional en nuestras vidas. Aquellos que nos conocieron de niños, veìan en nosotros una esperanza para el mañana... pero ya me desviè del tema. Ivette, como muchas niñas, crecìò junto con sus caderas y sus pechos que comencè a notar cuando yo tenìa doce años. Sì, me estaba convirtiendo en un joven... mi infancia quedaba atràs...


La Poeta: El Preludio 3/5

Ivette apenas alcanzaba su primera dècada de edad cuando nos besamos por primera vez en la sala de su casa. Era una niña sin prejuicios, llena de sueños.
Con ese beso, supimos de inmediato que nuestras vidas terminarian un dìa juntas bajo las mismas sàbanas, en una habitaciòn, de nuestra casa.

A veces me contaba sobre su padre. Un hombre frìo, sin duda.

La Poeta: El Preludio 4/5

Sì, un hombre que vivìa para ser un tirano en su casa; una tirania que se verìa reflejada años mas tarde en un verso llamado "Aves y serpintes", escrito por la menor de sus tres hijas. Un hombre que entrò una noche en la habitaciòn de Ivette cuando ella tenìa sòlo once años. Habìa entrado para darle las buenas noches, pero su aliento alcoholico habìa hecho de sus buenas intenciones, un bestia hambrienta de carne...


La Poeta: El Preludio 5/5

No hubo vìctimas esa noche. Ese hombre consiguiò llegar a su cama y dormir tan tranquilo como si no hubiera pasado nada (para èl asì serìa a la mañana siguiente que la resaca no le permitiera recordar nada en bsoluto).
Durante toda la noche, la pequeña niña atormentada se preguntaba ¿Què pudo haber ocurrido si su madre no hubiera sido tan oportuna?
Por la mañana siguiente, la pequeña asomò la mirada por la ventana, e Ivette mirò con consuelo que su padre se marchaba...

Continúa...

P.D: Es te verso lo escribió un ángel para contar su historia de amor, un gran poeta...graicias Andy

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