viernes, 22 de junio de 2012

Largos años...

Y aquí estoy, otra vez la maldita soledad...
con mi voz implorante, suplicando tu regreso,
viendo un pasado oscuresido por el maldito presente.

¿De qué me sirve un año más, si he vivido sin verte?

Los viejos petalos marchitos
regados con el llanto de libertad
que se impregna con cada anochecer.

Buscandote en mi cama...¿Qué puedo hacer?

Han pasado largos años,
duros, frios, humedos,
un infierno sin ti y el cielo para otros.

Y...¿De qué nos ha servido a nosotros?

A ti, te lleno de la calida brisa de un nuevo verano...
mientras que a mi todo ha sido algo vano
pues ni la más cálida luz abriga esta soledad.

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